lunes, 1 de septiembre de 2008

RE: Newsletter GestioPolis No.179 | Desarrollo Sostenible

Mensaje Publicado en
http://forodeleydelacoso.blogspot.com/
y en nuestros espacios de desarrollo personal:
http://marketinginfinito.blogspot.com/
http://oigadotor.blogspot.com/
Muchas Gracias por tu continuo aporte


Date: Sun, 31 Aug 2008 22:52:35 -0300
From: gobierno@aristotelizar.com
Subject: Semanario Aristotelizar: Semana 95 (24 al 30/08/08)
To: drgabrielmotta@hotmail.com

Semanario Aristotelizar: Semana 95 (24 al 30/08/08)
Si no puede ver correctamente el mail o las imágenes, vea la versión online
Semanario Aristotelizar
Condarco 5306 | BUENOS AIRES - ARGENTINA | (011) 4572-3987

Contenido:

Semana 95 (24 al 30/08/08)
www.aristotelizar.com
D
L
M
M
J
V
S


1
2
3
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31






Agosto 2008
Editorial
10 mejores noticias de la semana

La independencia moral

Quien sustenta su existencia en la independencia moral, alcanzará los más excelsos niveles de calidad profesional, formando a la sociedad.
Su status se construye en la sensibilidad diaria de cada cosa a favor y en contra de cada área social.
Quien exhibe este valor al enfrentar la adversidad, triunfa.
Con esta aptitud el camino hacia la victoria se simplifica y facilita.
Porque esta cualidad dignifica la relación entre uno y todos.
Porque ejerce su derecho a la libertad y
Porque además actúa con el típico comportamiento ético de quienes honran los objetivos con los que nacen al mundo de la comunicación.
Se encaminan a la Autorrealización profesional y comercial.
A Crítica de la Argentina… salud.
Hasta la próxima. Juan Báez

El peso de la independencia

A seis meses desde la salida de Crítica de la Argentina, es un valor que nos hemos propuesto sostener, a costa de grandes esfuerzos. Gabriel Cavallo.
Se cumplen casi seis meses desde la salida del primer ejemplar de Crítica de la Argentina. Cuando tomamos la decisión de publicar este diario, asumimos inmediatamente que la independencia de criterio resultaba un valor indispensable para ejercer el pensamiento crítico de la realidad argentina. La independencia es y ha sido, desde entonces, un valor que nos hemos propuesto sostener, incluso a costa de grandes esfuerzos.

Estos esfuerzos son múltiples y cotidianos. Por un lado, se requieren esfuerzos intelectuales, que exigen comprender que la crítica independiente implica un ejercicio más profundo de la libertad de expresión. Se requieren también esfuerzos políticos por identificar, en cada circunstancia, cuál es la posición que mejor representa el derecho de la ciudadanía a estar informados de modo veraz y objetivo, única instancia ante la que todos los que hacemos Crítica de la Argentina estamos comprometidos.

Pero también se requieren grandes esfuerzos económicos, pues sin independencia económica todo lo demás resulta relativo. A diario escuchamos rumores sobre nuestra presunta endeblez financiera, sustentados en el hecho de que este medio es uno de los pocos que prácticamente carecen de pauta publicitaria del Estado nacional. Como si ése fuera el parámetro de lo que es el éxito financiero. Podemos decir con orgullo que, en un contexto hostil, este medio logra preservar su independencia económica. Hostil, porque en un mercado tan atomizado y limitado, la mayoría de los medios gráficos se vuelve sensible a la pauta publicitaria oficial.

Como con otros medios, el Estado nacional discrimina a Crítica de la Argentina en la pauta publicitaria, desde su lanzamiento, y se muestra particularmente bondadoso con otros.

Los fondos públicos destinados a publicidad y publicaciones institucionales no corresponden a los funcionarios de turno, de modo que puedan distribuirlos graciosamente entre quienes resulten de su agrado, sino que es su obligación ejercer una distribución razonable de ellos. Esto ya ha sido señalado institucionalmente por el Poder Judicial cuando hizo lugar a un reclamo del diario Río Negro contra la provincia del Neuquén en septiembre del año pasado. El Poder Legislativo, como en otros temas tanto o aún más importantes, guarda un silencio cómplice.

Pero eso no es todo, sino que nos consta que desde el Estado se ha ejercido presión, de muy diversos modos (según cada vulnerabilidad en particular) sobre distintos empresarios con el propósito de evitar que pautaran publicidad en Crítica de la Argentina, empresarios a quienes no identificaremos para no colocarlos en posición de ser perjudicados por quienes los han presionado. No hay sólo mera omisión institucional, sino una deliberada política activa.

Con su administración arbitraria y sus presiones veladas, el Estado no ataca sólo a los medios que discrimina, sino a la sociedad argentina en su conjunto, enviando un claro mensaje contra quienes pretenden intervenir con libertad en el debate público de ideas. Pero nunca esperamos otra cosa, ni nos llama la atención; en todo caso, ilustra el dudoso marco de respeto oficial por la libertad de expresión y de información de la población, así como de la pluralidad democrática de ideas. Por eso mismo no vamos a ignorar ni dejar pasar el comportamiento del Estado nacional con este y otros medios.

Pero no dejaremos de reafirmar que ninguna discriminación económica de parte del Estado nos amedrenta: es el precio que pagamos por nuestra independencia de criterio. Sufrimos su discriminación, pero pagamos gustosos el precio de no "deberle". Y no caemos en la bajeza de usar la crítica como una extorsión que pueda ser callada con metal o concesiones, como otros. Desde el primer día hemos decidido ejercer la libre expresión de ideas de modo independiente antes que fundar un negocio millonario.

Por eso, agradecemos a los empresarios que no han cedido a las presiones y los rumores y, con especial énfasis, a nuestros lectores, quienes día a día reconocen nuestra independencia y contribuyen a sostener económicamente este proyecto. Su contribución, de innegable valor económico, es también, y eso queremos destacar, una invalorable contribución a la independencia del que se precia de ser "el último diario de papel": esperamos, en todo caso, que no se transforme en el último diario independiente. Porque la independencia, en una sociedad democrática, no sólo es una cuestión de peso. También lo es de pesos.

*Ex camarista federal. CEO de Crítica de la Argentina Publicado en Crítica Digital - Ver nota original
Confianza PYME - confianzapyme.com.ar
San Luis
Publicado en Cuyonoticias
San Juan ofrece pasto para atenuar los efectos de la sequía
Salta
Publicado en Cadena Global
Un nuevo material ayuda a los coches a convertir el calor en electricidad
CABA
Publicado en Aristotelizar.com
Homenaje a los viejitos valiosos
CABA
Publicado en Aristotelizar.com
Obligan a OSDE a pagar fertilización
La Rioja
Publicado en Rioja Virtual
Propician una ley contra el abuso laboral sobre los trabajadores
Santiago del Estero
Publicado en El Liberal
Gente Â"especialÂ" tendrá oficina para gestionar pasajes sin cargo
Mendoza
Publicado en MDZ Online
Â"Los chicos viven cosas que sus padres y abuelos jamás vivieronÂ"
Formosa
Publicado en Axioma
Comello destacó que en la provincia se logró bajar la tasa de analfabetismo del 6 al 3%
Jujuy
Publicado en Jujuy al día
En San Salvador de Jujuy promoverán la exigencia de contar con casco a motociclistas para cargar combustible
Jujuy
Publicado en El periódico Jujuy
Prevención y Erradicación del Â"Trabajo InfantilÂ"
Editoriales de la semana
Publicado en Aristotelizar.com
Por Jorge Eduardo Romero
La Importancia de darse cuenta
Buenas Nuevas propias
Publicado en Aristotelizar.com
Cursos varios de la FSTB
Publicado en Aristotelizar.com
Inversión conjunta para buscar crudo en el mar
Publicado en Aristotelizar.com
Los chicos a la escuela
Publicado en Aristotelizar.com
La Importancia de darse cuenta
Nota Líder: Volver a educar

Volver a educar

Ofrecemos hoy la primera de una serie de notas que, en exclusividad para Los Andes, nos ofrecerá Jaim Etcheverry. En ellas el reconocido especialista ahondará en los graves problemas de la educación actual en la Argentina e indagará sobre las posibles soluciones. Imperdible.
Guillermo Jaim Etcheverry - Médico. Ex rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires. Especialista en educación. Autor del libro "La Tragedia educativa", entre muchos otros.

Como sucede cada tanto, la educación se ha aproximado al centro de la atención pública. En realidad, regresan los signos que denotan su crisis: violencia en las aulas, enfrentamiento de padres con docentes, demandas de "democratización" de la vida escolar, reclamos salariales.

Todas esas cuestiones son sólo las consecuencias visibles de un problema profundo: la falta de relevancia social de la tarea que llevan a cabo las instituciones dedicadas a lo que, hasta hace poco, se denominaba "educación formal".

Esto se debe, esencialmente, a que la sociedad actual está convencida de que para educar a un niño o a un joven basta con exponerlo a la realidad que lo circunda, ya que allí se encuentra lo valioso.

En otras palabras, la otrora "educación informal" ha pasado a ocupar el lugar central mientras que la institución escolar está quedando restringida a certificar la educación, independientemente de que esta se haya o no recibido. Una especie de oficina emisora de constancias.

El problema se genera cuando padres y jóvenes advierten que, en un desesperado intento por sobrevivir, la escuela -entendiendo por tal a todos los niveles educativos- pretende que el alumno aprenda algo a cambio de esa certificación.

Y es a eso a lo que, en el fondo, nos resistimos.

En primer lugar porque se está generalizando la concepción de que lo que se enseña en la escuela "no sirve".

¿Para qué "sirve" aprender a manejar la propia lengua si quienes hablan en torno nuestro ya no son capaces de construir frases completas?

¿Cuál es la "utilidad" de desarrollar la capacidad de abstracción, que favorece el aprendizaje de la matemática, si nos rodea un mundo concreto, ya dado?

Parecería que no se comprende que esa realidad ha surgido, precisamente, de la capacidad de reflexión del ser humano, que es la que debería desarrollar la escuela.

Lo que subyace es un desprecio por la actividad intelectual que va convirtiendo a la escuela en una suerte de pasatiempo, una sucursal más del mundo del espectáculo en el que vivimos inmersos.

Al estar debilitándose la capacidad de concentración del ser humano, es preciso recurrir a cualquier artilugio para mantener la atención de los jóvenes espectadores.

Porque en realidad, el problema es que nos estamos quedando sin alumnos, sin personas deseosas de encarar el esfuerzo que supone aprender, de "escuchar" al maestro.

El entretenimiento "light" del cliente-espectador reemplaza al trabajo riguroso y metódico que implica el aprendizaje del alumno.

Este comportamiento esconde una abierta resistencia al aprendizaje de normas, proceso central en la enseñanza. Para manejar la lengua es preciso aceptar reglas y también las requiere la matemática. Lógicamente sigue siendo necesario que el docente sea capaz de entusiasmar al alumno con el conocimiento, de interesarlo en él y de guiarlo en su tarea de aprender.

Pero para despertar ese entusiasmo es preciso que conozca a fondo lo que enseña y sienta pasión por eso que sabe. Cuando enseñar se convierte en una tarea rutinaria o se centra exclusivamente en la metodología docente, se pierde la oportunidad de enseñar algo.

Enseñar algo. De eso se trata ya que se está generalizando la concepción de que la facilidad con la que hoy se obtiene información, vuelve inútil el hacerlo. Se sostiene que bastará con acceder a las bases de datos informáticas cuando resulte necesario.

Parece olvidarse que depósitos de datos hubo siempre (antes estaban los libros) pero que lo importante es que las personas cuenten con conocimientos que les permitan pensar independientemente, orientarse en la historia, comprender lo que leen, hacer simples operaciones de abstracción.

Quien opera una computadora no necesariamente es un genio de la informática capaz de crear la máquina que usa, ni siquiera de comprender los principios en los que se basa su funcionamiento.

Otra cuestión que no debe perderse de vista es el individualismo que caracteriza a la sociedad actual. Cualquier intento de enseñar algo a alguien parecería ser una intromisión en la libertad del otro, a quien hay que dejar así, como ya es. Salvaje, sin cultivar, es decir, inculto.

El problema es que, en lugar de que lo hagan la familia y la escuela, ese ser es construido por un aparato mediático que lo ve como un sujeto consumidor al que debe impermeabilizar a toda influencia que no sea la que promueve ese consumo.

Se da la paradoja de afirmar a diario que vivimos en la sociedad del saber y del conocimiento cuando es cada vez mayor la magnitud de la ignorancia de sus integrantes.

Baste mencionar un ejemplo. Cuando se comparan los resultados obtenidos en el estudio internacional PISA por alumnos argentinos de 14 años entre 2000 y 2006, se comprueba que el puntaje promedio en matemática en el año 2000 fue de 388, lo que nos ubicó en el puesto 34º de 41 países y en 2006 fue de 381 (52º de 57 países), ocasión en que el máximo puntaje (548) lo obtuvo Taiwán.

Algo similar sucede en comprensión lectora: en 2000 ocupamos el puesto 35º de 41 países, con 418 puntos, y en 2006, con 374 puntos, estuvimos en el puesto 53º de 57 países, oportunidad en la que los estudiantes de Corea obtuvieron el máximo puntaje (556).

Y así podríamos multiplicar las citas de estudios que coinciden en señalar nuestras deficiencias y, lo que es peor, nuestra decadencia.

Los conflictos que se advierten en la escuela derivan del descrédito social de la institución. La alarmante pérdida de autoridad del maestro deriva del desprecio por su labor, fuente de esa autoridad.

Es preciso volver a mirar con interés a la educación, entendiendo su real importancia para la formación de la persona y no sólo como proveedora de competencias de trabajo -que siguen siendo las mismas de siempre: comprender lo que se lee, poder expresarse, contar con capacidad de abstracción- así como para el progreso social.

En síntesis, es preciso replantear el sentido de la educación escolar. Los padres tienen que decidir si pretenden que sus hijos aprendan algo, para lo que deberán encaminarlos a las aulas en actitud de alumnos. O, por el contrario, si buscan que los entretengan, en cuyo caso bastará con seguir cuestionando a la escuela y victimizar a sus hijos, concibiéndolos como criaturas ya terminadas para quienes la escuela es un sistema opresor.

De la actitud que asumamos en relación con el objetivo de la educación dependerá el destino de cada una de las personas y de la sociedad.
Publicado en Diario Los Andes - Ver nota original
Publicado en Aristotelizar.com
Lanzarán un plan para producir biodiesel
Publicado en La opinión austral
Destacan el éxito de la línea de créditos para Pymes
Publicado en El sol
Subsidios para solucionar debilidades tecnológicas
Publicado en Infobae
Registran una estabilización en precios de alimentos
Publicado en Tiempo del Este
Emprendimientos productivos
Publicado en Aristotelizar.com
Según la Cepal, la Argentina crecerá 7% este año
Publicado en Riojanos
CFI destinará 500 mil pesos en créditos para actividades productivas
Publicado en Aristotelizar.com
La solidez financiera de la Argentina está asegurada hasta el 2009
Publicado en Infobae
Los Bancos oficiales podrán financiar obras públicas
Publicado en Radio Sapiens FM 102.5
Fondo Solidario para microemprendimientos
Buenas Nuevas por Provincia
CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) Catamarca
Chaco Chubut Córdoba
Corrientes Entre Ríos Formosa
Jujuy La Pampa La Rioja
Mendoza Misiones Neuquén
Río Negro Salta San Juan
San Luis Santa Cruz Santa Fe
Santiago del Estero Tierra del Fuego Tucumán

Megapensamiento: NO voy en tren, NO voy en avión
Ideas semilla-fuerza
Este espacio es para difundir ideas o conjuntos de ideas que impulsen cambiar la realidad, principalmente si esta no está caracterizada por la calidad institucional.
Es lo mínimo que podemos reclamar. Queremos ser bien gobernados. Y además invitamos a quienes crean que pueden aportar se sumen a este emprendimiento.

NO voy en tren, NO voy en avión

Federico Fiorentino

Gastar en el transporte parece ser la ecuación de esta nueva etapa del gobierno K. Y digo bien… gastar. Porque, tanto en el proyecto del tren bala como en el traspaso de Aerolíneas Argentinas a manos estatales, no se está invirtiendo un sólo peso, pero sí se están gastando muchos.
Que Aerolíneas debe ser una empresa estatal, eso es cierto. Estoy de acuerdo con el Gobierno en eso. Pero es verdad también que no debe pagarse una deuda que no nos pertenece. Comprar una empresa endeudada y fundida por un grupo económico que prometió sanarla no es justo. Debería ser Marsans quien se haga cargo del déficit de la empresa. Ellos fueron quienes vaciaron ilegalmente a Aerolíneas.
Y bueno, el tren bala ya es tema aburrido. No les alcanzaron los cientos de miles de firmas que se juntaron en la iniciativa "Tren para todos". No les alcanzó que la gente, que el pueblo les dijera que están equivocando el camino.
En cambio, sí les alcanza con ser socialistas (o repartir bien el ingreso) solamente en el discurso. Porque un tren bala, que usarán pocos argentinos, es elitista. Eso no es distribución del ingreso. Porque es gasto sin sentido y no es inversión. Como tampoco es inversión comprar una empresa fundida, que nunca debió dejar de ser estatal, tan sólo por el simple hecho de que nunca funcionó mal, o que jamás fue deficitaria.
Algunos servicios deben ser estatales. En teoría, para este humilde servidor, deberían ser todas estatales, siempre y cuando contemos con la experiencia necesaria como para hacerlo. Como hoy pasa con el correo o con el agua. Esos fueron aciertos del Gobierno, pero no quiere decir que ellos sean infalibles… porque en esta le están errando.
Somos muchos quienes queremos una aerolínea verdaderamente argentina, en manos del estado. Pero no queremos regalar la plata. El dinero debe invertirse y no regalarse. Que las deudas las paguen quienes las deben pagar. Porque el dinero hay que usarlo para cosas más importantes… como construir un sistema de ferrocarriles eficiente y para todos, o techos para todo el pueblo, para quien no tiene, para quien le hace falta. O lo que pueda comprarse con dinero, que pueda apagar, aunque sea un poco, el fuego de marginalidad en el que viven muchos hombres de nuestro país… esos hombres que ya no pueden andar porque están fuera del sistema.
Hay que invertir en transportes y mejorar las comunicaciones, es verdad. Pero podemos comenzar por comunicarnos con aquellos, que hace tiempo que no son escuchados.
Federico Guido Fiorentino
federicofiorentino@aristotelizar.com
Equipo Aristotelizar2Esta edición ha sido preparada por:
Federico Fiorentino, Florencia Fiorentino, Melisa Kaprielian y Facundo Gabari.
Diseño:
Ignacio Nelson de subwaydesign (www.subwaydesign.com.ar)
www.aristotelizar.com - Semana 95


En caso de tener algún problema, contáctese con el administrador a: juanbaez@aristotelizar.com

quetiempo.jpg

Remember every September 11th: The Twin Towers´s Auto Attack
And else things: Granada and Allende

Recuerda cada 11 de Setiembre: El Autoatentado de las Torres Gemelas
Y más cosas: Granada y Allende




Del silencio de los cobardes y de la estupidez de las masas, más que de los actos de los pérfidos, se nutren las tiranías para crecer y permanecer.

Express yourself instantly with MSN Messenger! MSN Messenger

No hay comentarios: